¿La mujer occidental de estos tiempos... esta destruyendo su civilización?

Visión que rechaza el actuar de la mujer occidental de hoy.


Pregunta: ¿Cual es la mejor forma de destruir la civilización occidental desde su raíz?

Respuesta: Degenerando y aniquilando al elemento reproductor de la especie, la mujer.

Ha sido una labor de siglos pero se ha conseguido, no sólo convenciéndola de que tener hijos es una traba para su desarrollo profesional, sino de que su útero es suyo y hace con él lo que quiera, pudiendo así permitirse el lujo de llevar a la civilización occidental a su degeneración más absoluta.

La labor de reeducación de la mujer ha sido costosa, pero se ha llevado a cabo con éxito. A partir de la "revolución francesa" la mujer fue paso a paso y poco a poco cambiando su forma de pensar y dejándose influir por el liberalismo que, muy inteligentemente, fue impregnando su pensamiento de ideas manipuladas hacia la consecución de ominosos fines. Esas ideas, en su base, tenían un planteamiento no falto de razón: las concepciones machistas de represión hacia la mujer depositaria de la cultura y responsable de su transmisión a la prole, hicieron de esta una esclava sumisa al servicio del macho-amo que veía ante cualquier tentativa de aprendizaje o valor y coraje por parte de la mujer, un atentado al honor del hombre, olvidando que ancestralmente la mujer era considerada como una igual dentro del clan con misiones tan importantes como las del hombre y que no eran consideradas como lastre; ¿que misiones mas importantes que la maternidad, o la defensa del hogar?.

Esta concepción machista, en la que la mujer se limitaba a dar placer a su esposo y a concebir hijos sin sentido, con el tiempo llegó a ser vista como una losa que impedía el desarrollo intelectual de la mujer, que le impedía pensar y relacionarse socialmente como ser inteligente que podía ser válido para la sociedad y cuyo pensamiento y opinión debía contar como miembro de la comunidad en que se integraba.

Esta idea válida en su esencia la retomó el marxismo para crear una revolución femenina que convirtió en feminista en la que se intentaba, bajo el falso lema de la igualdad, hacerla "igual" al hombre, es decir, igual desde el planteamiento sexual que era el más importante.

Bajo el engaño de falsedades como un mayor poder adquisitivo, una realización profesional, una productividad para la sociedad, una mejor preparación intelectual, se fue subliminalmente introduciendo en la mentalidad de la mujer, mensajes como "tu cuerpo es tuyo", "los hijos son una carga que impiden tu desarrollo", "los hijos te atan", "necesitas mucho dinero para educarlos bien y darles todo lo que el sistema capitalista dice que es necesario para tus hijos", "el matrimonio es un asco y una pérdida de tiempo" de esta forma pasaron a despreciar la sacra esencia femenina que la hace maravillosamente distinta, el poder de engendrar vida. Ese poder que la convierte en diosa suprema de la fertilidad y de la educación.

¿Qué pasaría si en la naturaleza los árboles se negaran a reproducirse?
Poco a poco se extinguiría la vida vegetal y el ciclo natural de la vida se rompería dando lugar al caos.

El principio marxista de la igualdad de las razas, presupone una mezcla de ellas mismas, dando lugar a una raza distinta y degenerada, y no sólo eso, la cultura y religión de las mujeres orientales, todavía no occidentalizadas, no les impide parir hijos como conejas, es más, en el caso de las musulmanas el Corán lo incentiva para "hacer grande la nación".

Con estos datos la "tonta" mujer occidental, creyéndose poderosa en el mundo laboral e intelectual, está permitiendo ese exterminio de la raza y de su cultura y herencia, y está perdiendo su esencialidad, lo que la hace orgánicamente distinta del hombre.

La mujer no debe estar sometida a las leyes del Hombre, sino luchar codo con codo con él, cada uno con su misión.

La mujer es la transmisora primera de la cultura a sus hijos, empezando por la lengua y la capacidad de expresión y comunicación; la mujer debe estar preparada para educar a su prole lo mejor posible, no debe ser una ignorante cuya opinión no cuente, sino todo lo contrario, ya que es la primera depositaria de la memoria de un pueblo y su función es fundamental en la infancia de los hijos pues de ella dependerá su futuro comportamiento en la sociedad.

La mujer, la madre es quien dice al hijo quién es su padre, y sin dudarlo el hijo lo reconoce como tal. Así también le enseña cual es su raza, su pueblo y su nación y que debe luchar por ella, por defenderla y conservarla.

La manipulación sistemática en el pensamiento de la mujer occidental la ha convertido en la mayor arma de destrucción masiva de la historia, un arma que extermina de raíz...y para siempre.

El exterminio ha comenzado por el útero y por el cerebro, por el cerebro de la mujer.

La labor de reeducación de la mujer comienza ahora.

Las mujeres son las educadoras espirituales de los hijos , son las reinas de los hogares y el pilar que sostiene a nuestra sociedad , por ellas también estamos aquí presentes. Por ellas existimos.

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